viernes, 13 de abril de 2012

Preparacion de Ramses II como futuro faraon

Como príncipe regente y comandante del ejército, Ramsés II debía conocer cuanto antes todas las responsabilidades de su futuro cargo.

Para ello su padre le encargó la supervisión de las minas de Assuán, de donde provenía parte importante del granito con el que se construían templos y estatuas. Ramsés debía ser consciente de que además de guerrear, construir era otra de las obligaciones fundamentales de un faraón y muestra de su poder.



 Por otra parte, comenzó sus prácticas en el ejército, cuando con catorce años, acompañó a su padre a poner fin a unas revueltas en Libia en la que sería la primera campaña militar de Ramsés II.

 Su primera misión en solitario le fue encomendada con veintidós años y consistía en poner fin a un alzamiento en Nubia. El éxito de esta expedición, en la que le acompañaron dos de sus hijos de cuatro y cinco años, y la demostración de su valía en el terreno militar, fueron grabados en los muros de un pequeño templo cercano que él mismo mandó construir.

Fue sin duda el último gran faraón, ya que sus sucesores más importantes, Merenptah y Ramsés III, se vieron obligados a llevar una política defensiva para mantener la soberanía en Canaán. Posteriormente, la decadencia interna habría de terminar con el poder de Egipto más allá de sus fronteras.


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