viernes, 13 de abril de 2012

Abu Simbel

Ramsés fue un infatigable constructor cuyos grandiosos monumentos se reparten de Nubia a Egipto. Su huella ha quedado grabada gracias tanto a sus propias obras como a las usurpadas a sus antecesores más importantes, incluido su padre.







 Abu Simbel es un emplazamiento de interés arqueológico que posee dos templos excavados en la roca (speos). Está situado al sur de Egipto, en la ribera occidental del lago Nasser a unos 231 km al suroeste de Asuán (como 300 km por carretera), próximo a su emplazamiento original.

 Abu Simbel significa el padre de la espiga.
 El templo fue construido por Ramsés II para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh (ca. 1274 a.C.). Está dedicado al culto del propio Ramsés (los faraones se consideraban dioses) y de las grandes deidades del Antiguo Egipto, Amón, Ra y Ptah. Ra era la cabeza de la Enéada de Heliópolis, Amón la cabeza de la Triada de Tebas y Ptah el gran dios artesano de Menfis. Al lado de los tres se representa a Ramsés como el cuarto gran dios de Egipto.

 La construcción del templo se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró unos veinte años, hasta 1264 a. C. Es uno de los seis hipogeos(excavados en roca) que se edificaron en Nubia durante el largo periodo del reinado de Ramsés II. El propósito del templo era impresionar a los vecinos del sur y reforzar la influencia de la religión egipcia en la región.
 Con el paso del tiempo el templo, abandonado, comenzó a llenarse de arena. Cerca del siglo VI a. C., la arena cubría las estatuas del templo principal hasta la altura de sus rodillas. Abu Simbel quedó olvidado hasta que en 1813 el suizo Johann Ludwig Burckhardt lo visitó.

 Burckhardt comentó su descubrimiento al explorador italiano Giovanni Belzoni, quien viajó al lugar pero fue incapaz de excavar una entrada que permitiera el acceso al templo. Belzoni regresó en 1817; esta vez tuvo éxito, consiguió entrar, y se llevó todos los objetos de valor que pudo transportar.



Debido a la construcción de la presa de Asuán para crear el lago Nasser y el consecuente aumento del nivel del Nilo fue necesario reubicar varios templos, incluidos éstos, que se hallaban a la orilla del río. Un importante equipo internacional se encargó de partir en grandes bloques y volver a montar en un lugar seguro todo el templo, como si de un gigantesco rompecabezas se tratara.
En 1959 se inició una campaña internacional de recaudación de fondos para salvar los monumentos de Nubia ya que algunos de ellos estaban en peligro de desaparecer bajo el agua, como consecuencia de la construcción de la presa de Asuán. Los países participantes fueron recompensados con algunos pequeños templos nubios.
 El salvamento de los templos de Abu Simbel se inició en 1964 y costó la suma de 36 millones de dólares. Entre 1964 y 1968, los templos se desmantelaron para volver a ser reconstruidos en una zona próxima, 65 metros más alta y unos doscientos metros más alejada.


Fuente: Wikipedia, fotos archivo personal.

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